Descripción

La superficie carece de brillo aunque parezca suave y pareja.

Causa

Asperezas microscópicas en la superficie, lo cual puede ser producto de:

  1. Aparejo no endurecido o con baja retención de brillo.
  2. Uso de diluyente inapropiado o de baja calidad.
  3. Preparación incorrecta de la pintura o aplicación insuficiente de la misma.
  4. Aplicación sobre una base de deficiente calidad.
  5. Secado excesivamente lento debido a gran humedad o a una temperatura muy baja.
  6. Vapores de disolventes o gases de motor que te atacan la superficie.
  7. Contaminación de la superficie por cera, grasa, aceite, jabón o agua.
  8. Utilización de detergentes o limpiadores fuertes en una superficie recién pintada, preparación demasiado rápida después de pintar o empleo de una abrasiva demasiado agresiva.

 

Prevención

  1. Utilizar una imprimación apropiada dejándola secar completamente antes de aplicar la capa superior.
  2. Usar sólo diluyentes recomendados y aditivos aprobados.
  3. Asegurarse de que la pintura se haya agitado debidamente y se haya aplicado utilizando una técnica de pulverización adecuada.
  4. Preparar correctamente la superficie.
  5. Verificar bien que no haya ninguna corriente de aire durante el endurecimiento.
  6. Limpiar la imprimación con un desengrasante y secarla completamente antes de aplicar el acabado.
  7. Evitar el empleo de detergentes o limpiadores fuertes en superficies recién pintadas. No aplicar pasta abrasiva hasta que la pintura esté completamente endurecida y utilizar las pasta adecuada.

 

Rectificación

Normalmente el brillo puede restaurarse con una pasta abrasiva y puliendo. Si el defecto persiste será necesario lijar la capa superior y repintar.