El “Bulli”: volver a empezar a los 65 años
Comenzar una nueva etapa con fuerza, prácticamente a la edad de jubilación, no está al alcance de cualquiera. Pero sí del mítico Bulli, el primer Transporter de Volkswagen, que inició su andadura hace ahora 65 añitos y es identificado por todos como el vehículo preferido del movimiento “hippie”. Pero es más. Sin duda, mucho más.
Quizás en algún momento haya pasado algún Bulli por tu taller para que su carrocería recuperara su máximo esplendor. Quizás hayas cumplido los deseos de alguno de sus propietarios dándole un nuevo acabado de la mano de la gama de productos MAXMEYER®. Si es así, si guardas un buen recuerdo de alguno de ellos en imágenes, te animamos a que las compartas con nosotros a través de la página de Facebook de MAXMEYER. Mientras tanto, vamos a hacer un poco de historia. A recordar los orígenes de este inconfundible automóvil.
Los orígenes
En 1947, el importador de vehículos holandés Ben Pon visitó la planta de Wolfsburg e hizo algunos esbozos de la Transporter tomando como referencia un vehículo de plataforma plana que había visto en su visita y características del popular Escarabajo. Empleó para ello una sencilla libreta. Quién iba a decir que aquel esbozo se convertiría en uno de los vehículos más conocidos y populares de todos los tiempos poco después.
Sería Heinrich Nordhoff, director de planta de Volkswagen, quien un par de años más tarde presentaría cuatro prototipos (dos furgonetas, un combi y un microbús) que aspirarían a ser tan fiables y robustos como el Tipo 1, conocido como Beetle o Escarabajo.
La producción comenzaría en la misma planta de Wolfsburg con un ritmo de diez vehículos diarios, y a finales de 1950 se habrían fabricado ya más de 8.000 unidades.
¿Cómo eran los primeros Transporter?
Un precio asequible (5.850 marcos) para comerciantes y negocios minoristas fue una de las claves de la gran demanda y el éxito de este modelo. Éxito que pronto saldría del país gracias a numerosas exportaciones. Y es que se decía que el Transporter podía transportar cualquier cosa, desde materiales para la construcción hasta delicados panecillos de desayuno.
Esta especie de pequeño autobús contaba con capacidad para 8 personas y sus dos filas de asientos traseros eran fácilmente extraíbles, lo que daba espacio para una carga de cerca de 750kg. El motor, de 24,5CV a 3.300 rpm, tenía una cilindrada de 1131 cc. En realidad, el motor y los ejes que se usaban en la producción del Transporter eran los del Beetle, aunque a diferencia del Tipo 1, el bastidor era tipo escalera y en él se montaba la carrocería de una sola pieza.
Un vehículo en clave viajera
En 1951, en el marco de una exhibición automovilística de Berlín, ya se ve un bus Volkswagen con caja para acampar. Pronto, las distintas versiones del vehículo marcan nuevas formas de viajar y para los hippies se convierten en todo un símbolo. Y es que, tan sólo cuatro años después del inicio de su fabricación, hay ya 30 modelos diferentes y su producción se ha elevado a 80 unidades/día, por lo que se decide que el modelo tenga su propia planta, concretamente en Hanover-Stöcken.
Un nuevo comienzo, ¡a los 65 años!
Después de que la serie T haya vendido 11 millones de unidades en todo el mundo, la marca tiene una buena noticia para nostálgicos, de dentro y fuera del taller, y amantes de este mítico automóvil. Y es que este año comienza la producción de su nueva generación, la T6. ¡La historia continúa!