La caída de la siniestralidad, el envejecimiento del parque, la presión de las compañías aseguradoras o la aparición de un cliente particular cada vez más informado y exigente son sólo algunas de las realidades que marcan el día a día del taller especialista en reparación de chapa y pintura. Una realidad que, para asegurar la rentabilidad y futuro de estos negocios, obliga a los gestores del taller de carrocería a buscar la máxima eficiencia en todos y cada uno de los aspectos de su gestión del negocio.

Consciente de las exigencias derivadas de esta realidad para los profesionales del ramo, la marca de pinturas para automoción MaxMeyer® organizó el pasado 16 de octubre, junto a su distribuidor andaluz Jiménez Maña, la jornada de trabajo “Las Claves del Negocio de la carrocería”, que fue impartida por Ildefonso Jiménez, Responsable de Formación Gerencial de MaxMeyer.

A lo largo de las cuatro horas de las que constó la acción formativa, los asistentes, una quincena de representantes de talleres de Sevilla clientes de Jiménez Maña, junto a un grupo de profesionales del equipo comercial del distribuidor andaluz, pudieron conocer en profundidad la situación actual del mercado de la reparación de carrocería y de la posventa del automóvil en general. Durante la misma, los participantes tuvieron la oportunidad de identificar hacia dónde debe enfocar sus esfuerzos el taller especialista en carrocería que busque incrementar su competitividad, y garantizar su negocio en los próximos años, teniendo en cuenta el devenir del mercado.

Instalaciones de Jiménez Maña

Instalaciones de Jiménez Maña

Entre otros aspectos, la jornada técnica puso de manifiesto la necesidad de los talleres de tener un mayor y mejor conocimiento de las últimas tendencias del sector de chapa y pintura, sobre todo de aquellas orientadas a mejorar su competitividad, productividad y rentabilidad. En este sentido, conocer las mejores herramientas disponibles en el mercado para el trabajo diario es fundamental para poder poner en práctica las mejores prácticas empresariales: las que ayudan a optimizar los recursos disponibles en el taller e incrementar su eficiencia.

El taller de carrocería actual debe asumir que, para ser rentable, tiene que cuidar dos elementos esenciales: su cliente y su productividad. Para ganar en eficiencia y productividad, es fundamental contar con las herramientas adecuadas que nos permitan reducir los tiempos de ciclo: las horas y días que el vehículo pasa en nuestras instalaciones. Para atraer a nuevos clientes, y fidelizar a los que ya forman parte de nuestra cartera comercial, debemos orientar nuestra gestión a su plena satisfacción. La orientación a la excelencia es el único camino que nos permitirá obtener una rentabilidad adecuada en el corto, medio y largo plazo”, resume Ildefonso Jiménez.